Por Emilio Marín Trejo
Recuerdo aquel momento en que vi a mis primos ahogarse en lágrimas. Recuerdo al tío que de manera afligida batallaba con la realidad de ser viudo sollozando la pérdida de la persona que vivió a su lado, la madre de sus hijos. Recuerdo el césped verde en aquel cementerio reflejando la arbitrariedad de sentimientos encontrados en aquella situación. Recuerdo las breves palabras que decía un familiar de la difunta: “A veces hay sacrificios que alguien tiene que hacer por el bien de la persona que quiere, a veces estos sacrificios se dan espontáneamente sin previo aviso, solo suceden porque sí, tal vez porque el destino está escrito y sigue su camino o tan solo porque las circunstancias de la vida lo apremien de esa manera”…Estas palabras me hicieron reflexionar y evocar la causa de la muerte de quien ya no está entre nosotros. Acaso ¿es el cáncer un sacrificio que otorga beneficios a una persona, o es algún mal que genera sentimientos negativos en quienes se encuentran en el entorno socio-emocional del paciente?
Si bien es cierto, hoy en día una de las enfermedades mortales más comunes que aqueja a la sociedad es el cáncer, también es cierto que aún no se descubre la cura para esta enfermedad; sin embargo, los científicos han propuesto varios tratamientos que ayudan al paciente a conllevar la enfermedad para que así tenga una estadía “placentera”.
El cáncer es un conjunto de enfermedades que comparten orígenes similares afectando a diversas zonas de nuestro cuerpo, provocando una serie de malestares que pueden llevar al individuo a la muerte. Actualmente, cuando leemos periódicos nos llama la atención los titulares que tratan de cirugías exitosas y que resaltan la excelente participación de los médicos, que bajo la responsabilidad que adquieren y el compromiso que tienen de salvar vidas constantemente, hacen lo posible para salir exitosos de una operación; pero, ¿por qué no hay ninguna noticia de una operación exitosa de cáncer desarrollado en una persona?, acaso ¿existe una negligencia o un conformismo por parte de los científicos y médicos que refleja un estancamiento en la medicina? Es realmente indignante para el hombre. El ser humano ha ido evolucionando su capacidad racional, inculcando la ciencia y la cultura en su mente, dando grandes pasos en innovación como el paso del caballo al automóvil, de cavernas a edificios, de la Tierra a la Luna, ¿Por qué no puede el hombre dar el gran paso que se necesita para encontrar la cura contra el cáncer?
Hoy en día, los científicos han dado los primeros pasos contra esta enfermedad brindando pautas o tratamientos a seguir. Ante ello, lo primordial que se recomienda es detectar el cáncer a tiempo para así tratarlo. Hay varias maneras de detectar un cáncer. Lo primero que hace el médico al paciente es revisar su historial médico y preguntar por enfermedades que hayan tenido sus familiares o antecesores; luego se prosigue con una serie de pruebas como el análisis de sangre y unos estudios radiológicos que permitirán descartar cualquier indicio de esta enfermedad.
El origen, según los investigadores es desconocido, pero se conocen muchos factores de riesgo que incitan su desarrollo. El principal factor de riesgo es la edad avanzada. El segundo es el tabaquismo, y otros, los malos hábitos y estilos de vida. En la actualidad se realizan infinidad de estudios epidemiológicos que tratan de buscar asociaciones de toda índole con esta mortal enfermedad.
La aparición del cáncer es un proceso prolongado que generalmente comienza con cambios genéticos en las células y continúa con el desarrollo de estas en el transcurso del tiempo. Al periodo que demora en desarrollarse la enfermedad se denomina “Periodo de Latencia”. Dicho periodo puede prolongarse durante 30 años o más.
En sí, el cuerpo presenta células cancerosas todo el tiempo, pero el sistema inmune las reconoce como células extrañas y las destruye. La capacidad del cuerpo para protegerse del cáncer puede verse perjudicada por algunos medicamentos e infecciones virales. El problema del cáncer aparece con los virus que activan estas células cancerosas que las hacen resistentes a las defensas de nuestro cuerpo ocasionando como grave consecuencia, el surgimiento de este mal. Su tratamiento se fundamenta en tres pilares: cirugía, quimioterapia y radioterapia. Existe un cuarto pilar llamado terapia biológica que incluiría la hormonoterapia, inmunoterapia, y nuevas dianas terapéuticas no cito-tóxicas.
Lamentablemente, debido a que hoy en día aún no se encuentra un tratamiento que pueda curar el cáncer en una etapa más desarrollada, las personas se resignan a morir. En ello, cumple un papel muy importante el apoyo emocional de los parientes más cercanos, sus amigos, la sociedad que lo rodea. La situación emocional es tan crítica que lucha día a día. Esa persona puede ser nuestro padre, tío, tía, abuelo o un amigo. El apoyo contribuye en gran parte a su rehabilitación emocional y al mejoramiento de la salud y posiblemente a un goce del plazo de vida que le queda al paciente.
Hay algo que está extremadamente claro, por el momento la ciencia no descubre la cura tan deseada, de tal manera que podamos batallar con mejores armas y seguridad contra el problema. Por tanto, la confianza depositada en la tecnología y en los científicos continúa firme, solo se espera que algún día todos salgamos victoriosos y el llanto no sea más parte del dolor y la resignación de perder a un ser querido.
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