miércoles, 23 de noviembre de 2011

MI VERDADERO AMIGO - María Gonzales Inuma

¿Existen los verdaderos amigos?, es una pregunta que me hago siempre. Ya que mis padres siempre toman presente este tema, porque ellos creen que es importante conocer bien a una persona para poder tener una buena amistad. Ellos son los que me preguntan si es que tengo un verdadero amigo o amiga, incluso me dan ejemplos sobre ellos y yo siempre me quedo pensando si será verdad que existen.
Todos sabemos que la amistad es lo más valioso que puede haber y que a pesar del tiempo nunca cambia. El verdadero amigo es aquel que siempre está presente en los buenos y malos momentos, es el que te dice todas tus verdades de frente, sin rodeos y no a tus espaldas; es aquel que a pesar de todo nunca te deja solo y  quiere buenas cosas para ti. Pero, lamentablemente, hay pocas personas así, por ello siempre dicen “Los verdaderos amigos sí existen, pero es difícil encontrarlos”. Tienen razón, es difícil encontrarlos porque hoy en día hay muchos jóvenes que se preguntan si algún día encontrarán a un amigo de verdad. Pero claro no todo es color rosa, también existen personas que solo aparentan ser algo, lo que es terrible ya que solo actúan por conveniencia, se juntan contigo por lo que tienes y no les importa las consecuencias, pues solo piensan en ellos.
No imaginé que esta interrogante estaría tan presente en mi vida, y es que actualmente con dieciséis años de edad es difícil para mí dejarla de lado porque tengo que admitir que a veces me siento sola y la verdad no es algo agradable. Está bien, uno puede tener varios amigos pero no es lo mismo a que tengas a alguien en quien confiar y que puedas contarle tus problemas o que comparta sus vivencias sin temor a que te sea desleal. Muchas veces creemos que ciertas personas son nuestros verdaderos amigos solo porque compartimos más con ellos y la verdad es que el tiempo no necesariamente consolida una amistad. Por ejemplo, yo puedo tener un amigo que conozco desde hace mucho, pero la verdad es que tal vez él no conoce perfectamente mis gustos, mis disgustos, como soy, mis problemas, etc.
Recuerdo que la última vez que hablé sobre este tema fue con una amiga muy cercana. Y es que yo creía que era la única que se preguntaba si tenía una mejor amiga, pero la verdad es que estábamos en las mismas. Yo la vi triste, algo deprimida y con ganas de llorar, así que me acerqué a preguntarle si se sentía bien, ella me dijo que sí; yo no le creí, así que le pregunté de nuevo y  me respondió que no estaba bien. Entonces me explicó lo que tenía y comenzó diciendo que se sentía sola, porque no tenía con quien hablar y a parte como que su “mejor amiga” se estaba alejando de ella, ya no era la misma o mejor dicho ya no pasaban mucho tiempo juntas. La comprendí porque también estaba pasando por lo mismo como lo estoy ahora, así que le di un consejo, le dije la verdad tal y como es, le explique mi punto de vista con respecto a este tema, y ella se quedó pensando, en fin ese día hicimos una promesa, quedamos en que seríamos mejores amigas, sin importar lo que pase, siempre nos apoyaríamos y estaríamos unidas de alguna manera.
La verdad es que existan o no los verdaderos amigos, no me arrepiento de haber hecho esa promesa, porque yo sé que de alguna manera será un bonito recuerdo y cada vez que recuerde mi etapa de secundaria estoy convencida de que esa será una de las cosas más resaltantes que nunca se borrará de mi corazón.
Bueno comencé haciendo esta redacción para dar a conocer el tema de la amistad verdadera, pero después de haber escrito todo esto y de haber evaluado cada uno de los párrafos reitero que no tengo un(a) verdadero(a) amigo(a) por el momento, pero sí sé que tengo a tres grandes y valiosas personas que significan mucho para mí. Las cuales no sabrán todo sobre mí, pero sí saben lo indispensable para poder recordarme para toda su vida como la amiga que siempre las hizo sonreír sin importar que tan triste estén o la que siempre gustó verlas felices en cada momento. En fin, espero que todos ustedes y yo, después de haber leído este texto comiencen a valorar a los grandes amigos; aquellos que están cerca de ustedes, ya que tal vez no pasen toda su vida con ellos; pero eso sí; apuesto a que nunca los olvidarán porque siempre quedará una huella en su corazón.

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