miércoles, 16 de noviembre de 2011

UNA NUEVA ESPERANZA - Jurgen López Saldaña

Falta menos de tres semanas para que vuelva a presentarse la selección peruana en una ronda más por el proceso clasificatorio para el mundial Brasil 2014; menos de tres semanas para que despierte ese sentimiento por la blanquirroja, para que resurja la ilusión, para que se nos escarapele la piel al ver salir a la selección a la cancha, para perder la voz y quemar la garganta al alentar. Y es que, tras ya haberse disputado dos fechas por las eliminatorias, el anhelo de ver a Perú en un mundial late muy intensamente en los corazones de todos los peruanos, de costa a selva, de norte a sur, todos un mismo sueño.
Y si bien los sueños tienen un aspecto ficticio, también es muy factible llegar a cumplirlos, más aun cuando hay una base sólida que los sostiene. Ha quedado demostrado en la pasada Copa América disputada en Argentina que el comando técnico de la selección, encabezado por Sergio Markarián, está comprometido, que los jugadores están identificados y unidos con el grupo que han conformado, que la prensa está dispuesta a mantener una visión objetiva y crítica en pro de la selección, y que la hinchada está mentalizada en apoyar a los jugadores y técnico en las buenas y en las malas. Y podríamos añadirle como una circunstancia favorable que la selección brasileña no compite en estas Eliminatorias y hay un cupo más para los equipos sudamericanos.
Quizá suene repetitivo, pero es necesario recalcar que el hincha debe ser juicioso en cuanto a resultados, saber que se va a ganar y se va a perder, pero el apoyo debe ser incondicional y permanente; en los momentos de triunfo, celebrar y alegrarse pero con los pies bien puestos sobre la tierra y mentalizarnos en el próximo partido que venga, de igual manera cuando la selección caiga derrotada, nos afligiremos y lamentaremos el momento pero servirá para analizar las deficiencias del equipo, corregirlas y dar vuelta a la página.
Sabemos que no en todas las ocasiones se conseguirán victorias y por ello no podemos recriminar a los jugadores cuando se pierda, sin embargo, lo que sí podemos juzgar severamente es que no se hayan esforzado al máximo por sacar adelante un partido, que no hayan dado lo mejor de cada uno para alcanzar el triunfo; ya que representan a toda una nación, a todo un pueblo que deposita su confianza y su esperanza en ellos. Se puede no conseguir el resultado, se puede no jugar bien, se puede ser superado por el otro equipo, pero lo que siempre debe estar presente es el esfuerzo y las ganas de dejar bien en alto el nombre del Perú, “sudar la camiseta” con pasión, coraje y fuerzas.
Es tal vez por ello que todos los peruanos nos encontramos muy entusiasmados y esperanzados con llegar al mundial, porque más allá de percibir grandes progresos técnicos y tácticos en el seleccionado peruano, se ha desarrollado un gran grupo humano que deja hasta el último aliento y la última gota de sudor en la cancha, con jugadores que dan lo mejor de sí cada uno en su posición. Tenemos guardametas como Raúl Fernández que con saltos felinos defienden la portería nacional, defensas como Alberto Rodríguez y Santiago Acasiete que como muros de concreto detienen al ataque contrario, mediocampistas como Reinaldo Cruzado, Carlos Lobatón y Michael Guevara que con “pinceladas” y buen toque le dan futbol al equipo, y atacantes como Claudio Pizarro, Paolo Guerrero, Jefferson Farfán y Juan Manuel Vargas que con garra, fuerza y excelentes cualidades técnicas son capaces de derrumbar cualquier bloque defensivo que se les pare al frente. No tendremos el mejor equipo del mundo, pero nos han demostrado que contamos con un grupo de gladiadores dispuestos a luchar de igual a igual a cualquier equipo al que se enfrente.
No obstante, el sueño y la ilusión por el mundial deben ser mesuradas. Hay que ser conscientes de que al igual que nosotros hay otras ocho selecciones que también tienen el objetivo de llegar al mundial y que cuentan con las armas suficientes como para lograr ese objetivo. Hay que tener bien en claro que el camino a Brasil 2014 es largo y complicado, más no una senda impasable.
Muchos creen que no lo lograremos, que la meta trazada está muy alejada a nuestras posibilidades, que Perú no se encuentra en las condiciones necesarias para llegar a un mundial; bueno pues cada quien tiene su opinión y es respetable, solo hay que tener en cuenta que están presentes las ganas, la sed de victoria, el hambre de triunfo y sobre todo el sueño del mundial, y para eso están hechos los sueños, para hacerlos realidad.

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